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Anti-Racismo Latino-Americano numa Era Pós-Racial - LAPORA

 

El Congreso Nacional Indígena (CNI) es un espacio en donde convergen diferentes pueblos indígenas, sectores poblacionales mestizos y comunidades afromexicanas. Todos ellos están dispersos por todo el país, de modo que cuando se juntan son una asamblea, y cuando están en sus comunidades, son una red.

El CNI tiene sus antecedentes en el Foro Nacional Indígena llevado a cabo en el mes de enero de 1996 en San Cristóbal de las Casas, estado de Chiapas, México. En dicho Foro, en donde asistieron alrededor de 300 delegados de 32 pueblos indígenas, ya había una identificación del “racismo” en términos de una práctica estructural que jerarquizaba a la población mestiza por encima de los pueblos indígenas. E incluso, se afirmaba que “no podemos combatir el racismo contra los indígenas, practicando el racismo contra los mestizos”. Ahí mismo, se hace referencia al color de piel y a la lengua como signos que podían llevarnos a la esencialización.

Veinte años más tarde, el 12 de octubre del 2016, el Congreso Nacional Indígena generó la propuesta de irrumpir en el espacio de las elecciones presidenciales del 2018 como una manera de “visibilizar los dolores y los sufrimientos de los de abajo” bajo el comunicado “Qué retiemble en sus centros la tierra”. Después del 1994, con el levantamiento del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN) se logró poner en la mesa de lo público las condiciones de explotación en las que habían sido sometidos los pueblos indígenas durante siglos. De modo que, una vez generada la propuesta el pasado 12 de octubre, miembros del CNI llevaron a cabo una consulta en sus comunidades para preguntar su parecer. Tres meses después la propuesta fue aprobada, no sin antes discutir y realizar debates al interior del CNI.

La manera en que esta propuesta ha sido articulada, es a través de la creación de un Concejo Indígena de Gobierno (CIG) formado por miembros de comunidades indígenas, mestizas y afromexicanas. El CNI ha venido explicando desde enero del 2017 que, debido a que el CIG no puede registrarse en las elecciones como candidato, los días 27, 28 y 29 de mayo del 2017, después de realizar 3 mesas de trabajo entre los asistentes al CNI, se nombró a María de Jesús Patricio Martínez como la vocera del Concejo Indígena de Gobierno. Las implicaciones de esto son, que el CNI, en vinculación con la diversa población de México, busca recabar 864,580 firmas para lograr el registro de la vocera en la boleta electoral.

¿Se buscan votos? El CNI ha dicho en reiteradas ocasiones por medio de diversos foros en el país, que la intención no es buscar votos ni llegar a la presidencia de la república, sino generar otras formas organizativas de hacer política en México. ¿Ello qué quiere decir? Que una vez que se logre recabar las firmas y llevar a cabo el registro de María de Jesús Patricio Martínez, se pretende recorrer el país y llamar a lo que el CNI en sus palabras nombra como el “plan nacional de lucha”, es decir, buscar alentar a los diversos sectores sociales a la organización para sacar al país de la violencia, el despojo y la guerra en que se encuentra.

En términos históricos, no hay precedentes de haberse generado otra propuesta igual en la historia de México, además de subrayar la persistencia de un sistema de castas que tiene como uno de sus ejes principales, el racismo.